Hola mi nombre es Rayi, soy una gatita alegre, divertida y muy traviesa, al menos eso es lo que dicen de mí.
Llegue a la casa como invitada temporal, y con mis diabluras me gane el cariño de Marisa, tengo que reconocer que algunas veces “me quiso matar” pero los enfados le duran muy poco.
Debido a una de mis diabluras se dieron unas circunstancias por las que me gane la permanencia en la casa de por vida, mi tarea aquí consiste en educar al pequeño Dali un cachorrito de gato mal criado que espera convertirse en estrella.
Rayi nos dejó el 13 de julio de 2016, cuando era aún muy joven tenía
dos años y medio.
Recordaremos siempre tu compañía y las graciosas conversaciones
te tenías con nosotros, nunca llegamos a saber que decías pero la conversación
era fluida y divertida.
Hola mi nombre es Rayi, soy una gatita alegre, divertida y muy traviesa, al menos eso es lo que dicen de mí.
Llegue a la casa como invitada temporal, y con mis diabluras me gane el cariño de Marisa, tengo que reconocer que algunas veces “me quiso matar” pero los enfados le duran muy poco.
Debido a una de mis diabluras se dieron unas circunstancias por las que me gane la permanencia en la casa de por vida, mi tarea aquí consiste en educar al pequeño Dali un cachorrito de gato mal criado que espera convertirse en estrella.
Yo también quiero ir de vacaciones con vosotros, en la
maleta pequeña ¿me lleváis? Prometo portarme bien.
Tras las palomas, buscando una salía a la calle sin éxito.
La hora de la siesta es sagrada, hoy he conseguido un sitio
confortable
Retozando en sofá de la terraza
Esperando el desayuno en compañía de su inseparable amigo Dalí
Rayi nos dejó el 13 de julio de 2016, cuando era aún muy joven tenía
dos años y medio.
Recordaremos siempre tu compañía y las graciosas conversaciones
te tenías con nosotros, nunca llegamos a saber que decías pero la conversación
era fluida y divertida.
